sábado, enero 10, 2009

ALEGRIA

Este año que pasó me trajo mil cosas bellas, muchos cambios y mucho afianzamiento personal, pero definitivamente lo mejor pasó los últimos tres días del año y los primeros 9 de este: vinieron mis papás y mis hermanas.
Ya saben todos que soy muy familiar, así que desde que cambié de trabajo y por ende supe que no tendría vacaciones en diciembre veníamos planeando este encuentro, la espera hace que los días pasen lentos y ninguna día demora tanto como el anterior a la llegada de aquellos que uno tanto quiere ver.
Pero ahí estaban todos y yo no podía estar más contenta de tenerlos acá compartiendo con Leo y con Mome y con mis suegros.
Once días no son nada pero tratamos de sacarles el mejor provecho, y gracias al cielo los días de la feria se trabaja sólo media jornada, y en mi empresa nos dieron el 31 y a mí el 2 de enero así que durante cinco días corridos estuve con ellos 24 horas del día, vimos desfilar los carros antiguos, esperamos el año nuevo comiendo lasaña, contando historias y viendo a Mome correr tras mi suegra cargada de una maleta, fuimos a promedico, montamos caballo, mis papás y mis suegros se fueron de parranda a tardes caleñas, estuvimos de compras, mis papas descubrieron un desayunadero diagonal a mi edificio donde desayuné con ellos casi todos los días, y donde se que ahora que se fueron lo más probable es que no vuelva a asomar por ahí mi cara, porque yo nunca saco tiempo para desayunar como Dios manda..
Uno cuando vive con la gente todos los días las da por sentadas y no se detiene a disfrutarlos, hace falta estar lejos, extrañarlos, querer darles un abrazo y encontrarse con mil kilómetros de distancia para que cuando otra vez los tengamos al lado no querramos ni siquiera dormir, tener los oídos dispuestos a todas las historias y los brazos prestos para apretar esas costillas contra las nuestras...
Que bueno fue entender que los lazos siguen y cada día están más fuertes, riendo a carcajadas con todos, hablar con mis papás y ver que cada día se quieren más y se comprenden como nadie, compartir con mis hermanitas que no importa que sean esas mujeres hechas y derechas que todo el mundo ve para mi serán siempre mis niñas, mi piojito bebé y mi apicha apocha (traducción al español: chispita mariposa), las niñas de mis ojos y uno de mis tesoros más preciados..
Este apartamento es muy grande y silencioso sin ellos, acá nos quedamos, Leo, Mome y yo con un hueco en la mitad del alma, que yo he evitado (sin mucho éxito) llenar con lagrimas...
Con el favor de Dios nos veremos otra vez en semana santa, ya va el primer sábado de 12 que faltan para verlos, empieza otra vez la cuenta de los días...

6 comentarios:

Christophe dijo...

Ah doc, apareció, que bueno que estaba perdida por estar disfrutando de cosas buenas y bonitas.

Beatrix dijo...

Sipi, la pase tan bacano.. feliz 2009 pelaito..

Anónimo dijo...

Que bueno es compartir esos grandes momentos familiares que es lo finalmente importante. De verdad que ahí realmente nos damos cuenta que tan importantes son. Feliz año y que vengan muchas cosas buenas para ti y los tuyos tanto en lo profesional, personal y mucha salud.

Beatrix dijo...

Gracias Javi, lo mismo para ti que este a;o este lleno de cosas hermosas.. :)

A LAS ÓRDENES DEL VIENTO... dijo...

Que bonitas vacaciones, yo al igual que tu, tengo toda mi familia lejos...y el tiempo es tan corto cuando estoy con ellos que nunca es suficiente...ya viene semana santa!!!
Un abrazo
Adriana

Beatrix dijo...

Hola Adriana, si, es impresioonante lo rapido que vuela el tiempo cuando uno esta en brazos de la mama.. pero bueno comoo dices ya casi es semana santa, y podre verlos de nuevo, imagino que esa es tambien tu espera..
Un gran abrazo