martes, agosto 07, 2007

Aviso.

Pretendo dejar el post de Jaime Garzon durante todo el mes de agosto como el primero, por tal razon las actualizaciones las haré en retazos para leer: http://retazosporleer.blogspot.com/ lo que falta del mes.

viernes, agosto 03, 2007

Viernes 13

dosmilnovescientosveintidos días sin Jaime

Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala (disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar de la maldita máquina) y corta y acaba en un instante los pensamientos y vida de quien la merecía gozar luengos siglos. Miguel de Cervantes Saavedra.


Era un viernes 13 de agosto de 1999, yo tenía 19 años y un insomnio terrible, estaba cansada de dar vueltas en la cama contando ovejas que no traían el sueño enredado entre sus patas, así que por ahí a las 3 de la mañana me metí al baño para acabar de despertarme, por más vueltas que di bajo la ducha, por más que escogí la ropa, por más que me demoré haciendo lo que no me demoraba más de 30 minutos, no terminaba de amanecer, me tiré a ese colchón tratando de buscar el sueño, pero no lo encontré, cansada de pelear vi que ya llegaba la mañana y bajé todavía de madrugada a ver un poco de televisión, estaba el canal caracol y en él una camioneta estrellada contra un poste con los vidrios rotos y una sabana cubriendo un cuerpo, el reportero decía que ese día habían asesinado “.. al periodista Jaime garzón”, atontada por el insomnio como estaba pensé: ¿y quién era ese?, cuando entonces caí en cuenta, para mi el no era el periodista Jaime Garzón, el era solo Jaime Garzón, sin más, sentí que el suelo temblaba bajo mis pies y como una rabia ciega se apoderaba de mi, tuve por primera vez ganas de irme de este país y no volver nunca, sentí que nada de lo que pudiera hacerse valía la pena porque este era un lugar acostumbrado a asesinar a sus hijos, a esos hijos que luchan y luchaban incansablemente por encontrar igualdad y justicia.
Yo creo que no desayuné, caminé aburrida hasta al San Pablo donde recibía mi clase de psiquiatría, era natural que nos sentáramos todos a esperar que se hicieran las 8 en un kiosco a las afueras del hospital, al llegar comenté algo sobre la noticia, pero era como sino hubiera pasado nada, como si todo hubiera sido una alucinación producto del insomnio, porque la gente hablaba de parciales, de ropa, de mr babilla, de cualquier cosa menos de esa gran tragedia.
Cuando volví a la pensión estaban todos viendo el noticiero de caracol: pasaban imágenes de Jaime con vida, acompañado de Flora Martínez o de Tutti (de quien decía: la tutti es tutti en mi vida), denunciando fechorías ya fuera personificando a Emerson de Francisco, o de Héctor Elí, o de Heriberto de la Calle, o de Jhon Lenin, lo mostraron llevando una bandera ondeante con el tricolor que tanto amamos mientras subía a una loma y en off sonaba una canción de Silvio Rodríguez: “... iba matando canallas, con su cañón de futuro.”, realmente no pude resistir más, yo soy un poco lagrima fácil, pero detesto llorar delante de la gente, así que todo el día había estado controlándome, pero no pude más y un par de lagrimitas asomaron, entre los que veían la noticia como si fuera algo que pasara muy lejos en un lugar que no le importa a nadie, estaba Daniel (al que mencioné en el post buscando a Delia: http://sabanaaloccidente.blogspot.com/2006/07/buscando-delia.html) que tenía intenciones de enamorarme (que no eran para nada correspondidas, pero me caía bien, hasta ese día), quien al verme llorar se echó a reír diciendo: tu por que lloras por ese man? yo realmente estaba llorando por Jaime, pero sobre todo yo estaba llorando por este país lleno de intolerantes, de gente que habla solo a través del fuego y de la muerte, yo estaba llorando porque ese día perdí por mucho tiempo la esperanza.
Jaime cuanto te extrañamos, en tiempos de libertad prensada (como diría Mafalda), de terror y miseria, cuanta falta hace tu voz segura, tu voz denunciante, tu voz valiente.
Cuanto nos pesa tu ausencia.

El titulo de este post lo tomé prestado de una canción homónima del grupo Bar, cuyo video he subido acá con la esperanza de que lo vean.




También pongo algunos enlaces a videos que de Jaime hay en youtube:

Liderazgo, ciudadanía y candidatos presidenciales de 1998
http://www.youtube.com/watch?v=RmmFEqwZXGE

¿Cómo es la clase política en Colombia?

Jaime Garzón. Entrevista 1993. Parte 3.
http://www.youtube.com/watch?v=Fr6YdIYuc98

y además el enlace al archivo de lo publicado en semana tras su muerte: