martes, julio 17, 2007

A orillas del caribe, hambriento un pueblo lucha.

Me acuerdo cuando llegué a Cartagena a estudiar, no era la primera vez que iba, pero desde ese día viví 6 años y medio de mi vida en la ciudad heroica, en el corralito de piedra, en el infierno de Benkos Biojó. Inicialmente llegué al barrio zaragocilla, no me acuerdo ahora como se llamaba exactamente la calle, era a una cuadra de los cuatro vientos, (ya me acordé, la villa) y me podía ir caminando a la facultad de medicina de la universidad de Cartagena, esa era la razón por la que decidimos con mis papas que debía vivir ahí, después me fui pa castilletes, pal mirador, pal centro y por último pal pie de la popa, yo creo que no me alcanzaran los minutos de mi vida para agradecerle a esa ciudad por todo lo que me dio y me enseñó, no sería ni la cuarta mitá (como dicen allá) de lo que soy ahora de haberme ido a Bogotá como soñé tantas veces. Nunca estuve lo suficientemente ciega para no ver la miseria que lo rodea a uno en Cartagena, la miseria está colada en todas partes, en el muchacho que en el bus te pide que le compres un dulce porque eso es mejor a que tenga que esperarte en la esquina y quitarte el reloj, en los gamines paisas que nos atracaron a delia y a mi en las murallas, en las prostitutas de la media luna, por todas partes la pobreza y la desigualdad pisándote los talones, la injusticia que es nacer pobre en un corral y tener que bracear todos los días para no morir antes de tiempo y más pobre todavía, aunque si uno se descuida y mira solo pa bocagrande o el laguito dejarse cegar es fácil, pero cuando se estudia medicina en la universidad de Cartagena tienes que pegarte con la realidad dura y fría: en los turnos del universitario vi de todo y todo es todo, lo más impactante no fue exactamente lo más mortal que vi, pero si lo más violento y el más enfurecido acto de una gente cansada: llegué a regalarme para un turno con Delia (cuando uno todavía no tiene que hacer turnos sueña con hacerlos y entonces se va al hospital a hacer lo que todavía no ha aprendido bien, pero realmente así es que se aprende) y el olor en la sala de sutura era atroz: lamparones de sangre coagulada, ya no era un liquido regado sino una gelatina extraña y pestilente en el suelo y en baldes, tres tipos negros y mutilados, al primero le habían cortado la mitad del antebrazo derecho de tajo, solo lo unía a la otra mitad un poco de piel, el resto: huesos, músculos, tendones totalmente seccionados, al segundo le había sido cortada la mano derecha por toda la línea de la vida, solo le quedaba el pulgar de no se cuantos años de evolución, el resto no se veía por ningún lado, al tercero también le habían cortado la mano derecha no recuerdo bien pero creo que al nivel de la muñeca y tenia una incisión de miedo sobre los músculos occipitales, al ultimo segundo se movió y de esa forma evitó morir decapitado, esos tres a las 3 de la madrugada de ese día atracaron a sus propios vecinos y luego de vender los electrodomésticos se habían comprado camisas y bermudas de colores y bebiendo en la misma esquina del hurto reían a gritos y celebraban su victoria, mofándose de “los maricas estos que plomiamos”, la gente se aburre, y lo cierto es que de toda una lista des injusticias esta debía ser la menor pero los victimarios estaban ahí y hacer justicia por la propia mano siempre ha sido fácil para el hombre, los castigaron, por ladrones: afuera manos. Fueron más episodios sangrientos ya les dije y con más muertos y más bulla, pero ese día le vi la cara a la furia desmedida y a la venganza. Otra cosa era esa costumbre horrible de encerrar a los locos y a los gamines, uno caminaba asustado por el centro porque muchos son los alcaldes del interior que tienen por vicio mandar a los pordioseros de sus pueblos y ciudades en buses a Cartagena, entonces se encuentra uno muchos en cualquier cuadra, pero por ejemplo si el BBVA iba a celebrar no me acuerdo que cosa y llevaba al que era el algo importante del BID que se llamaba Enrique Iglesias: taran ni un loco en el centro, ni en bocagrande, ni en el laguito, encerrados, guardados, escondidos debajo de la alfombra donde no se vean, donde no asusten a nadie, para que no afeen la ciudad, y al día siguiente, cuando ya solo habían sobras de los banquetes y el licor, salían con cortes de pelo extraños en la cabeza, alguien me dijo que era para que todo el mundo sepa que estuvieron presos, como a los ladrones: sin manos para que todo el mundo sepa que son ratas. Como ya he mencionado estudié en la universidad de Cartagena, que fuera creada por Simón Bolívar y fundada por Santander (etc. etc. etc.) esa es una universidad pública, y tuve varios profesores que contaban: yo vivía en Olaya y pude estudiar, y entonces ahora ya vivían en crespo y tenían consultorio privado en bocagrande, y entonces yo me daba cuenta que la educación es el único medio sostenible y sano de disminuir esas brechas, pero también buscaba en mi salón de clases alguien, uno solo que viniera de ese barrio o de chapacuá o de arrojbarato o del pozón, y no lo había, de verdad creo que conmigo solo estudió un muchacho con mucho esfuerzo, tanto que a veces no tenía para el bus, pero el resto no, es más varios vivían allá en manga, en bocagrande, en el laguito, no digo ahora ni diré nunca que por eso no pudieran estudiar en una universidad publica, pero era triste ver que con nuestro estudio de verdad no se iba a disminuir ninguna brecha.
A son de que todo esto?, por culpa de Karina que estando en Houston sí vio el programa del Pirry a través del nuevo oráculo (si, ya reemplazo a google) que es youtube, y me escribió recomendadome verlo, y lo hice creyendo que no encontraría nada que yo ya no supiera, pero es entonces cuando uno se da cuenta que si en algo se parecen la maravilla y el horror es que no tienen limites y siempre pueden sorprendernos, como me sorprendió en efecto ver que la miseria que yo alcanzaba a ver en el hospital, en la playa, en la iglesia, era la miseria leve que puede salir a flote y ofenderle a uno las narices, pero hay una más profunda, más densa que se queda allá en el fondo de esa marisma que nunca vemos porque nos encandilan el mar y las murallas, y si a veces nos damos la vuelta y miramos pa la loma o pa la ciénega lo olvidamos todo porque no son más que una negramenta floja a la que no le gusta trabajar y solo piensa en bailar champeta, pero lo cierto es que estamos debiéndole mucho a la vida y seguiremos con esa deuda mientras no hagamos nada para cambiar el destino de todas esas personas que no han hecho nada para merecerlo, porque debemos saber que no somos nosotros los que estamos allá únicamente porque allá no nos tocó nacer.

Nota: cuando es que toda esa gente que se lucra de Cartagena se va a acordar que existe la responsabilidad social?












6 comentarios:

Ensuncho De La Bárcena dijo...

Completamente de acuerdo. Además, me niego a pensar que la MISERIA, la EXCLUSIÓN, el RACISMO, la INDOLENCIA y la IMPOTENCIA sean un "destino histórico" para los herederos del príncipe Benkós Biohó. Me niego rotundamente. Soñemos otro futuro para Cartagena.

Beatrix dijo...

Si, hagamos algo, en serio pensemos algo..

Unknown dijo...

Solo para decirte beatriz que tambien vi el documental de Pirry y contrario a la reaccion de muchos cartageneros que se sintieron indignados por lo mostrado, yo soy de acuerdo con el hecho de que hay que mostrar estos aspectos de la vida de la ciudad, por otro lado y como conocedor de cietas facetas de la mente humana si creo que uno tiene que ver con su destino a veces por encima de las dificultades macro. Yo si soy un autentico hijo de Cartagena que sin pudor acepta haber pasado a veces hambre e ir ido a la Universidad solo con los pasajes del bus.

Beatrix dijo...

Wilmer, yo se que con esfuerzo tuyo lograste mucho, pero allá hay quienes no pueden ni siquiera ir al colegio, se que todos podemos vencer la mayor parte de las dificultades a las que nos enfrentamos pero con tanta desigualdad hay quienes tienen muy pocas armas para hacerlo como muchos de esos muchachos..

Beatrix dijo...

Wilmer, yo se que con esfuerzo tuyo lograste mucho, pero allá en la loma de la popa hay quienes no pueden ni siquiera bajar al colegio, se que todos podemos vencer la mayor parte de las dificultades a las que nos enfrentamos pero a veces no tenemos ningun arma como muchos de esos muchachos..

A LAS ÓRDENES DEL VIENTO... dijo...

Tal vez ya hemos soñado mucho, tal vez es hora de hacer realidad otro futuro para Cartagena, no seguir abandonándola como lo hacen las ratas cuando se hunde la barco...
Mirar su realidad de frente es un buen comienzo.
NANA